
Poner a cada uno en su lugar
Nos estamos acostumbrando a que algunas bandas de éxito, con el paso de tiempo pierdan su fuerza compositiva y sus discos, según avanza su carrera, vayan a menos.
Placebo es una de esas bandas que nos sorprende y se reinventan con un disco memorable, que los pone nuevamente en su lugar.
Mientras bandas como Muse o U2 se diluyen en giras interminables y discos venidos a menos, Placebo ha sorprendido a propios y extraños, con un disco increíble, muy potente y que demuestran que tras 22 años de carrera pueden volver a estar en lo más alto de las listas de ventas y ser una verdadera sorpresa para los que ya los conocíamos o los que gracias a esta nueva entrega que este larga duración ‘Never Let Me Go’ han podido empezar a conocer.
Las bandas crean bastante ‘hype’ con los lanzamientos de adelantos de sus discos, y no se equivocan con ellos, casi siempre esas primeros tanteos con el público denotan de qué va a ir el resto del trabajo. No solemos equivocarnos: cuando esas entregas son flojas, cuando el disco sale a la luz, sigue siendo flojo.
Placebo son un dúo londinense, aunque en algunos momentos de su carrera llegaron a ser 3 componentes.
La banda se creó en 1994, formada inicialmente por el cantante y guitarrista Brian Molko y el bajista y guitarrista Stefan Olsdal.
Brian y Stefan coincidieron en el American International School of Luxembourg, por lo visto sin conocerse personalmente. Justo en el año de formación de la banda fue cuando ambos por fin coincidieron en la estación del metro de South Kensington. Oldslad volvía de tomar unas clases de guitarra. Molko le vio con la guitarra y le invitó a ir a un concierto suyo.
En ese concierto nació la semilla de Placebo, aunque en esos primeros pasos se llamaron Ashtray Heart, que era una canción de la banda Capitan Beefheart. Ese nombre lo tuvieron por poco tiempo, para pasar a llamarse definitivamente Placebo.
Brian escogió como baterista a Steve Hewitt, que era su amigo, aunque con fecha de caducidad porque tenía otros compromisos con la banda local Breed. Al final, Hewit y otro baterista, Robert Schultzberg iba turnándose en la banda.
Fue éste último quien grabó el disco homónimo de Placebo. El primero y el último, volviendo de nuevo Hewitt.
Mientras bandas como Muse o U2 se diluyen en giras interminables y discos venidos a menos, Placebo ha sorprendido a propios y extraños
Estaban preparando nuevo álbum cuando nos cogió a todos por sorpresa la pandemia, posponiéndose hasta 2021. En mayo de ese año, aparecería la primera entrega con el tema ‘Beautiful James’, que es con el que hemos abierto el programa. En noviembre ‘Sorrounded by Spies’, con el que desvelarían el nombre de su nuevo disco ‘Never Let Me Go’que hoy nos ocupa.
Al final, fue en 2022 cuando apareció, aunque esas dos primeras entregas dejaron buen sabor de boca y dieron lugar a que fuese realmente un disco muy esperado.
El sonido de Placebo es fácilmente reconocible por la voz nasal de Molko y las cadencias oscuras de sus composiciones. Es una banda que, al igual que su mentor, David Bowie, no ha tenido miedo al experimentar con nuevos instrumentos o sonoridades.
Sus letras y su puesta en escena, sobre todo por las reconocibles camisetas de tiras de Molko, les ha permitido hablar sobre la homosexualidad (Olsdal es homosexual y Molko bisexual) y el uso de drogas.
El punto álgido de su carrera llegaría en >>>
Aquí hay contenido extra, per sólo puedes verlo si estás suscrito. Entra a tu cuenta o Suscríbete, es gratis.
Si no estás registrado, puedes hacerlo ahora desde aquí.